¿Por qué nos olvidamos de los sueños? La ciencia explica

Investigación inédita descubrió una hormona que actúa en el cerebro responsable del olvido de los sueños.

¿Alguna vez intentó recordar un sueño increíble o terrible que tuvo mientras dormía, y nada? Se trata de una situación bastante común y frustra a mucha gente.

La buena noticia es que un estudio reciente, publicado por la revista Science de los Estados Unidos, puede que lo haya descubierto porque a menudo nos olvidamos de los sueños al despertarnos – y la respuesta está en nuestro organismo.

Investigación sobre el olvido de sueños

Durante el sueño, la persona pasa por cuatro etapas distintas. Las dos primeras sirven para que el cuerpo descanse y son de carácter más liviano. La tercera forma un sueño más profundo, suficiente para revitalizar el cuerpo y la mente.

Es en la cuarta etapa donde ocurren los sueños, en la llamada fase REM, o «Rapid Eye Movement», de la sigla en inglés, que significa literalmente «movimiento rápido de los ojos».

Según la investigación, el olvido de un sueño está relacionado con la hormona MCH (hormonas concentradoras de melanina), encontrada en el hipocampo y responsable de regular el sueño y el apetito.

En la fase de sueño REM, esa hormona se activa y la investigación, realizada en ratas de laboratorio, descubrió que lanza mensajes inhibitorios al hipocampo, área del cerebro que controla la memoria y el aprendizaje.

De esa forma, los científicos descubrieron que los animales que tenían hormonas MCH desactivadas en la fase REM del sueño finalmente tuvieron un mejor rendimiento en las pruebas de memoria.

¿Por qué olvidamos nuestros sueños?

Los resultados del estudio mostraron que el hormonio MCH actúa en el cerebro haciendo que olvidemos información nueva y posiblemente irrelevante, según el investigador responsable, Thomas Kilduff.

Como los sueños ocurren principalmente durante la fase REM del sueño, cuando se activa el MCH, las reacciones químicas en las células pueden impedir que el contenido del sueño se almacene en el hipocampo. Es decir, olvidamos rápidamente lo que soñamos