Ciencia
Agujero de ozono este año es el más pequeño en tres décadas
El agujero de ozono sobre la Antártida este año es el más pequeño en casi tres décadas. En 2018 se extendía por un área de 22,9 millones de kilómetros cuadrados, este año es de 11 millones, y es probable que no crezca más. No se conoce la causa de los cambios, pero también la forma del agujero es diferente este año, con su característico vortex orientado hacia Sudamérica y no hacia el polo norte, como es habitual.
El ozono, que protege la tierra de las peligrosas radiaciones ultravioletas (UV), es un gas que se forma por la interacción de estas radiaciones con la electricidad en la atmósfera. En 1987, un esfuerzo internacional para combatir la expansión del agujero en la capa de ozono dio lugar a la firma del protocolo de Montreal, que restringió la producción de sustancias químicas que dañaban la capa de ozono.
Los resultados fueron lo suficientemente buenos como para creer que a mediados de este siglo la capa se habrá recuperado completamente. Los científicos vigilan la situación de forma permanente, y ha sido la British Antarctic Survey (BAS) la que ha dado ahora las noticias sorprendentes.
El vórtice tiene su origen en la circulación de vientos extremadamente fríos por encima de una zona en la que no hay, a diferencia del Ártico, grandes accidentes de terreno que dificulten su circulación. Anna Jones, de BAS, explicó al diario «The Independent»: «muy ocasionalmente, en el Ártico tenemos problemas. Y no creo que nadie sepa qué las desencadenó este año. Es un fenómeno bastante nuevo. Puede ser un conjunto de múltiples factores».
Desde los años 70, cuando los satélites empezaron a transmitir imágenes de la zona, sólo hubo un cambio de nivel comparable. Fue en 2002, cuando vortex se separó en dos. El resultado real entonces fueron dos agujeros de ozono. Esta vez no ha sido así, pero para los científicos es igualmente esencial comprender lo que ha ocurrido.