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Historia de las MÁQUINAS TRAGAMONEDAS
Limones, campanas y números siete son algunas de las formas que se vienen a la cabeza al pensar en los slots o máquinas tragamonedas históricas. Estos objetos ya tienen un recorrido de más de 100 años, por lo que acumulan hitos y anécdotas diversas. Desde las versiones más arcaicas, completamente mecánicas, hasta las digitales de la actualidad, los slots son motivo de popularidad y entretenimiento masivo.
Historia de las máquinas tragamonedas
Campanas de inicio
Es difícil establecer las primeras máquinas tragamonedas de la historia. En general, se sitúan a dos versiones como precursoras: por un lado, la máquina del póker. Creada en 1881, estaba dividida en cinco tambores, los cuales mostraban cartas de póker. La idea era poder practicar individualmente ese juego, pero como funcionaba con monedas de un centavo, puede ubicarse en la categoría de slot.
La otra es un estilo más conocido: la Liberty Bell. Esta máquina, inventada en 1887 por el mecánico Charles Fey, tenía los populares tres tambores al frente, con símbolos como diamantes, herraduras y la campana de la libertad. Si bien apareció unos años después que la del póker, se popularizó más rápido, por eso es elegida por muchos como la primera. Para comienzos del siglo XX, en todos los bares estadounidenses contaban con una máquina que daba golosinas y cigarrillos como premios.
La legislación de ese país no veía con buenos ojos a los juegos de azar, por eso limitaba los premios en dinero. Poco después surgió la Trade Simulator, una slot que entregaba goma de mascar como recompensa, para burlar las medidas oficiales. Esta máquina mantuvo la popularidad de las tragamonedas. Llegadas las décadas de 1940 y 50, la explosión de Las Vegas y las apuestas fue también la de los slots.
Avances electrónicos
Con las slots instaladas en la cultura popular, cada vez más estilos y versiones salían al mercado. Las novedades tecnológicas también estaban al servicio de las apuestas y la primera máquina electrónica fue la Money Honey, creada en 1963, con capacidad para un recuento de monedas mucho más grande, gracias a su tolva eléctrica, lo que habilitaba premios más jugosos.
Aunque existe una versión previa, considerada como la primera con funcionamiento electromecánico. Fue creada en 1940 y nombrada Mano Alta por una compañía de Chicago. Con un gran tamaño, que le permitía operar de manera independiente, esta máquina tenía algunas características básicas como luces y movimiento de tambores. Si bien la primera completamente electrónica fue la Money Honey, no puede dejar de mencionarse a la Mano Alta como precursora.
La era digital
Pronto arribó la era de la computación, y las primeras máquinas tragamonedas con un software y pantalla de video fue creada por Fortune Coin Company a mediados de la década del ‘70. Para fines de ese decenio, su éxito las había extendido a todo el mundo. Lo que sigue es la llegada de una gran variedad de formas de juego, número de filas, combinaciones de letras, símbolos y premios. Incluso, máquinas con referencias a series o películas.
Actualmente, una de las más populares es la Megabucks, por su capacidad para acumular los botes más grandes. A partir del siglo XXI, la era digital también llegó a las tragamonedas, y se encuentran disponibles tanto en los casinos online, como en aplicaciones para smartphones.