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Presidente del Perú se enfrentará a un nuevo proceso de vacancia
La política peruana continúa viviendo al ritmo de sospechas y casos de corrupción. Jefe de Estado enfrenta segundo juicio político en menos de dos meses.
Un mes y medio después de haber escapado a una primera moción de destitución, el Presidente peruano, Martin Vizcarra, enfrenta ahora un segundo proceso de destitución. En septiembre se le acusó de haber pedido a los testigos que mintieran en un caso de sospecha de corrupción y mal uso de dinero público que involucraba a un cantante amigo suyo. Esta vez, se sospecha que recibió sobornos a cambio de contratos de obras públicas cuando era gobernador.
La nueva moción de destitución, por «incapacidad moral», fue presentada el 20 de octubre por el partido Unión para el Perú (UPP movimiento ultranacionalista indígena), que ya había estado detrás de la primera, y fue aprobada este lunes-60 de los 130 diputados votaron a favor, 40 votaron en contra y 18 se abstuvieron, mientras 12 faltaron o pidieron no votar. Para aprobar la apertura del procedimiento basta una mayoría simple, pero para destituir al jefe de Estado se necesita una mayoría de dos tercios, es decir 87 votos.
La acusación del UPP se basa en testimonios de cuatro empresarios que dijeron a la Fiscalía haber sido Vizcarra a recibir sobornos por la atribución de dos obras en Moquegua, en 2014, el último año en que el ahora Presidente fue gobernador de esta región al sur de Lima.
«Un poco anecdóctica”
«No hay una sola prueba de las acusaciones», reaccionó Vizcarra. «Estoy seguro de que el Parlamento no caerá en el juego de un grupo político que intenta crear el caos», afirmó, insistiendo en que «no se trata del Parlamento en su conjunto, sino de un grupo político». Para el Presidente, la adopción de esta moción, cuando los peruanos «ya no recuerdan» los motivos de la primera, es «un poco anecdóticas»: «se acostumbrarán a hacer un proceso de destitución por mes», ironizó.
José Vega, portavoz del UPP, dice que su partido está en «pie de guerra con la corrupción» y pidió a los otros bancos que piensen «¿con qué cara van a pedir el voto [a los ciudadanos] si apoyan la corrupción?», cita el periódico peruano El Comercio.
En la intervención en el Parlamento, Veja recordó que los últimos presidentes tuvieron Todos problemas con la justicia-en total, cuatro jefes de Estado fueron alejados por el escándalo de corrupción y financiamiento ilegal de campañas electorales que involucra a la constructora brasileña Odebrech, en el ámbito de las investigaciones de la Operación Lava-Jato.
Por cierto, así fue como Vizcarra llegó al cargo, cuando era vice de Pedro Pablo Kuczynski y éste renunció para evitar un juicio político por supuesta compra de votos, en marzo de 2018. PPK, como era sabido, ya había sobrevivido a una primera moción de destitución. Mientras tanto, ha estado bajo arresto domiciliario desde mayo del año pasado.
9 de noviembre
En un parlamento muy fragmentado – resultado de las legislativas de enero (después Vizcarra disolver el Parlamento) donde la oposición fujimorista, Fuerza Popular, pasó de 73 a 12 diputados –, cinco partidos votaron junto al UPP.
Entre los que se opusieron a las justificaciones variaron de la denuncia de «un juego político » por parte del UPP al hecho de que no tenía sentido avanzar dos meses después del primer impeachment y a siete meses de las presidenciales, pasando por la defensa de la estabilidad frente a covid-19 y la amenaza de una segunda ola. El Perú ha experimentado una disminución en el número de casos, pero durante los meses de Primavera se ha enfrentado a muchas dificultades para detener la pandemia.
Vizcarra tendrá la oportunidad de defenderse personalmente o de enviar a su abogado al Parlamento en una sesión programada para el 9 de noviembre. Con diez partidos representados, la prensa peruana hace las cuentas a los votos que serían necesarios para aprobar la destitución del Presidente y concluye que la misión del UPP es muy difícil.