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Ministra Astete tira dedo a “Quijote morado” y ministra Bermúdez, ante otorongos
No son culpables pero de todas maneras van presas, en la celda encontraran algo más importante que la libertad? La vacuna Sinopharm
No le tembló la voz, con firmeza la exministra Elizabeth Astete aseguró ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales que acudió a vacunarse contra la COVID-19 «en un acto público y con la anuencia del presidente Francisco Sagasti. Durante su presentación ante la comisión, la excanciller pidió perdón por haber recibido la primera dosis de la vacuna de Sinopharm, rechazo al mismo tiempo que esto se haya dado a cambio de un beneficio al laboratorio chino o cualquier otro laboratorio a cambio de recibir dosis.
Tres respuestas claves y precisas:
«Quiero aclarar que es totalmente falso que yo haya recibido la vacuna para favorecer a Sinopharm, lo descarto categóricamente. Mi vacunación no tuvo que ver con el proceso de negociación ni con beneficios indebidos a esa empresa, como se me viene imputado falsamente, lo que se podrá comprobar en las investigaciones».
«Acudí a vacunarme con el convencimiento de que se trataba de un procedimiento regular, en un acto público, a plena luz del día, y con la anuencia del presidente Sagasti, soy consciente del error que cometí y de sus consecuencias negativas a nivel personal e institucional. Pido sinceras disculpas porque ese error ha afectado la imagen del Perú y de la Cancillería».
«Yo había tenido una reunión el 11 de febrero con la presidenta del Consejo de Ministros, que me convocó a su despacho, en la que me preguntó, de entrada, si es que yo le había avisado al presidente Sagasti antes o después de mi vacunación. Le dije de manera enfática que yo le había avisado al presidente antes de mi vacunación. La primera ministra me sugirió no involucrar al presidente y yo le contesté que no era mi intención hacerle daño, ni al presidente de la República, ni al gobierno actual».
Las afirmaciones de Elizabeth Astete, buscan crear inestabilidad política en momentos difíciles para el país y afectar al gobierno de de transición y de emergencia? Cómo la ministra Astete se pudo vacunar al tener conocimiento de la existencia de vacunas de cortesía sin haber cuestionado y analizado este tema a profundidad, de alguna irregularidad en el proceso administrado por la Universidad Cayetano Heredia? Por qué en su carta de renuncia evitó mencionar que había recibido la «anuencia» del presidente Sagasti?
Esto no queda aquí, en forma inmediata la presidenta del Consejo de Ministros respondió a la excanciller Elizabeth Astete, quien ante el Congreso señaló que ella le «sugirió no involucrar al presidente Francisco Sagasti en esta polémica generada por su vacunación. Negó que la exministra Astete haya comunicado al interior del Poder Ejecutivo que se vacunó contra la COVID-19 con la vacuna china de Sinopharm.
«Niego la afirmación de la exministra Astete. No nos informó de su vacunación irregular, de la que nos enteramos el 14 de febrero cuando nos presentó su renuncia. Nunca le sugerí que guardase reserva de nada, por el contrario al enterarnos le aceptamos inmediatamente su renuncia».
Tampoco se quedó atrás la exministra Pilar Mazzetti, ella manifestó ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales que ninguna empresa o funcionario influyó en su decisión de vacunarse. Sobre vacunación de Astete: “No tengo recuerdo de que Sagasti haya asentido”, negó conocer de ello. Rechazo las declaraciones de la excanciller Astete, contra el mandatario.
«Quiero dejar claro que el día en que nos hemos reunido en Palacio, y posteriormente lo que menciona la doctora Elizabeth (Astete), me temo que de eso no tengo recuerdo, donde el presidente haya asentido cosa semejante. Lo que tengo grabado en mi mente es el rostro que puso el presidente cuando yo le informé que me había vacunado y eso es algo que me va acompañar toda la vida».
«Me temo que en esa parte de la conversación o no he estado o no he tenido conocimiento de esa parte de la conversación. Me temo que tengo que dejarlo claro. Si tuviera recuerdo de eso, inmediatamente lo diría, porque sé que he estado bajo juramento de la Comisión», aseveró la exministra.
Lo real es que estamos ante un hecho delictivo tales como negociación incompatible, concusión, cohecho y complicidad en corrupción de funcionarios y los principales implicados en el “Vacunagate”, la inoculación en secreto de la vacuna contra el COVID-19 que recibieron funcionarios peruanos, como el expresidente Martín Vizcarra, sus familiares e “invitados”, el medico Germán Málaga, las exministras Elizabeth Astete y Pilar Mazzetti, etc. pueden ser condenados hasta a ocho años de prisión por delitos de corrupción en Perú. Por lo pronto la Fiscalía peruana ya ha abierto una investigación preliminar.